5.5.5.1. Retortas para la destilación de mercurio

Una retorta es un recipiente similar a un crisol, con un mecanismo para abrir y cerrar el mismo, un tubo de salida en la cabeza del recipiente, es decir, en la tapa, y un cuello que apunta hacia abajo, similar a un tubo, que sirve como condensador. Ella sirve para destilar la amalgama y recuperar el mercurio condensado.

El tipo más sencillo de condensador consiste de un tubo recto en-vuelto en trapos mojados. Construcciones más elaboradas incluyen una envoltura llena de agua o incluso un enfriador de contracorriente que emplea el agua como refrigerante en un ciclo abierto o cerrado. La amalgama a ser separada se introduce en el crisol; puede estar envuelta en papel, cuya ceniza formará una capa intermedia no adhesiva entre el oro y la pared de la retorta.

Se consiguen mejores resultados aplicando una capa fina de cal, tiza, arcilla o talco al interior del crisol antes de que se lo cargue con amalgama. Esto evita que el oro se pegue al fondo y las paredes de la retorta luego de la destilación (nunca se debería utilizar materia grasa, ya que se evaporaría junto con el mercurio, desactivando su superficie para su posterior uso en el proceso). Luego, el crisol es cerrado y calentado para elevar la temperatura de la mezcla de oro y mercurio aprox. a 400°C, para que el mercurio se evapore. A medida que pasa por el condensador, el vapor de mercurio se a Aunque se habla de la "qema" de amalgama, esto no es una verdadera quema. Se trata más bién de la evaporación del mercurio en forma de vapor metalico (no en forma de óxidos), por calentamiento. condensa en el tubo y gotea a un recipiente lleno de agua. El agua previene una mayor evaporación. El mejor resultado se logra, dejando terminar la salida del tubo en una funda de plástico transparente, herméticamente sellada con una liga elástica y hundida en un recipiente de agua. De esta forma el sistema "crisol-refrigerador-funda" queda absolutamente cerrado, y se evita la más mínima fuga de mercurio. Las retortas se deben calentar siempre de tal manera que se aplique calor a todos sus lados, incluyendo el tubo de salida.

De otra forma, algo del mercurio se podría condensar antes de alcanzar el condensador; en ese caso volvería a entrar al crisol y tendría que ser redestilado.

En cualquier caso, una vez que el calor ha sido retirado, se debe tener cuidado para asegurarse que el enfriamiento siguiente no atraiga el agua al crisol. Si esto ocurriese, el crisol, todavía caliente, podría explotar debido a la evaporación instantánea del agua. Este riesgo puede ser evitado a) haciendo terminar el tubo del condensador justo encima del agua en el recipiente b) usando la funda plástica antes mencionada.

Las retortas se pueden manufacturar localmente a un bajo costo y con pocos problemas u obstáculos en su construcción, si se tiene el cuidado de respetar ciertos detalles de diseño básico (ver foto 41). Primero, el área de condensación para el mercurio se mantendrá lo más pequeña posible para minimizar su pérdida debido a la adhesión de gotas finas de mercurio en la parte interna de la retorta. Por ejemplo, el tubo de refrigeración debe ser de un diámetro pequeño y hecho de fierro o acero, debido a que el cobre o láminas de zinc se amalgamarían con el mercurio. El interior del tubo debe ser muy liso para no frenar el deslizamiento del mercurio. A pesar de dichas precauciones, algunos bolitas finas de mercurio podrían permanecer en la retorta, la cual debe ser lavada para recuperarlos.

El cierre del recipiente es otro detalle crítico. No importa qué tipo de retorta se utilice, el criterio más importante es el cierre hermético. Si se ve que una retorta tiene una fuga, primero se debe tratar de hermetizar el cierre mecánicamente (limar, lijar, etc.); si esto no resulta, se puede aplicar una mezcla húmeda de arcilla y ceniza (antes de la destilación). La arcilla no debe tener grano grueso.

Las retortas más simples, hechas de accesorios de tuberías de tipo comercial, acoplamientos y secciones de tubería, tienen ciertas desventajas en cuanto a su facilidad de manejo. Este tipo de retorta rústica tiende a desarrollar fugas.

El uso de la retorta tiene varias desventajas, por lo que a veces a los mineros no les gusta aplicarla (84):

Generalmente, los mineros prefieren mercurio nuevo y consideran al mercurio recuperado, por destilaciones u otros procesos como mercurio "cansado". Tienen miedo de perder oro al usar el mercurio reciclado, por no conocer técnicas apropiadas para la limpieza del mercurio contaminado.
Estas técnicas adicionales deben ser incluidas en una campaña para la divulgación del uso de retortas.