5.5.1.1  Métodos para limpiar y activar mercurio

El mercurio sucio es mucho menos reactivo que el mercurio limpio. Mientras el último forma glóbulos casi perfectos (casi esféricos, de un brillo metálico intenso), el mercurio sucio se caracteriza por la falta de brillo, glóbulos deformados y la tendencia de dichos glóbulos a adherirse levemente a una superficie lisa e inclinada de manera tal que parecen tener "colas". El objetivo de un manejo cuidadoso de mercurio es: no botarlo o perderlo, sino reciclarlo. La gran desventaja del uso de mercurio reciclado es que, normalmente en cada circuito, el mercurio pierde algo de su fuerza de amalgamación. Por esto, para reutilizarla frecuentemente, se tiene que limpiarlo.

Existen varias maneras de limpiar y reactivar el mercurio sucio:

La manera correcta de limpieza para cada tipo de mercurio sucio (debido al tipo de contaminante) se debe determinar experimentalmentea (79).

La fabricación de amalgama de sodio por medio de electrólisis es muy fácil. Se lo puede realizar en un recipiente de plástico que tiene dos electrodos (polo negativo: en el fondo, polo positivo: entrando de arriba). El proceso se realiza así: se coloca el mercurio sucio en el recipiente de manera que cubra totalmente la escobilla inferior (electrodo de grafito). Seguidamente se agrega el mercurio a una solución de 10 a 15% de sal de mesa (cloruro de sodio). A continuación se conecta una corriente eléctrica de 12 voltios (de una batería de carro), de manera que el polo positivo (+) esté conectado a la escobilla superior, la cual está en contacto con la solución salina; el polo negativo (-) debe permanecer en contacto con el mercurio.

De esta manera se descargan los iones sodio (Na + ) sobre la superficie del mercurio, formando amalgama de sodio. Del polo positivo se desprende gas cloro (Cl - ) en forma de pequeñas burbujas con el olor típico. Después de 10 a 15 minutos se alcanza una concentración suficiente. El mercurio reactivado tiene un brillo fuerte. Se debe activar sólo mercurio líquido, nunca lodos de mercurio.

Nota: ¡Nunca poner en contacto el polo positivo con el mercurio, el carbón se quemará! ¡Nunca intercambiar los polos, el mercurio se destruirá! ¡Nunca utilice el activador cuando hay presencia de harina de mercurio o partículas tan finas que puedan flotar. El mercurio que no esté en contacto con el polo negativo se convertiría por la presencia de cloro-gas en cloruro de mercurio, un veneno violento!

El mercurio reactivado puede utilizarse para:

El efecto de la reactivación del mercurio es temporal; en contacto con el agua, tanto en la amalgamación como durante el almacenamiento, pierde lentamente su acción. La actividad alta solamente se mantiene durante una o dos horas. Por esto hay que utilizarlo inmediatamente después de activarlo. Lamentablemente, el mercurio activado a veces es tan fuerte, que se amalgama más fácil con otros metales (plomo, cobre, zinc, etc.), ensuciando más el mercurio. Por esto, no da buenos resultados con todo tipo de carga.

El equipo de activación (activador) se puede construir fácilmente con tubería y tapones de PVC y un pegante plástico (de dos componentes), utilizando los carbones que se encuentran dentro de pilas usadas o escobillas de motores eléctricos. Es importante que únicamente los carbones (y ninguna parte metálica) entren en contacto con el mercurio o la salmuera.